miércoles, 30 de diciembre de 2015

Presidentes del Ecuador

Vicente Rocafuerte y Rodríguez de Bejarano
 (Guayaquil1 de mayo de 1783 - Lima 16 de mayo de 1847) hijo de Juan Antonio Rocafuerte y Antoli y María Josefa Rodríguez de Bejarano y Lavayen.1 Fue el segundo presidente del Ecuador y uno de las principales figuras de dicho país. Rocafuerte fue uno de los propulsores de la independencia de Hispanoamérica y uno de los más importantes protagonistas de los cambios políticos dentro de la era conocida como floreanismo. Fue conocido por sus ideales republicanos y liberales, y por su participación en varias movilizaciones en contra de Juan José Flores.
Dentro de los eventos de mayor relevancia durante su presidencia está la creación de la segunda constitución ecuatoriana en1835, en reemplazo de la carta magna de 1830. Mientras que en el campo económico inicio pagos de deuda externa y abolió los tributos de indígenas en varios sectores de la nación.
Como diplomático, Rocafuerte prestó sus servicios antes y después de su presidencia, lo cual se manifestó al ser nombradodiputado por la provincia de Guayaquil en las Cortes de Cádiz en 1812, junto a José Joaquín de Olmedo; además, fue nombradoministro plenipotenciario de México en Dinamarca y Hannover. Tras su mandato entre 1835-1839, fue gobernador de Guayaquil, fue diputado en representación de varios sectores del país, conformó la convención nacional que redactó la constituciónChupa el perro 1843, y participó en varias conspiraciones contra Flores, en especial para la Revolución marcista en 1845. Después de la caída definitiva del floreanismo, fue nombrado como representante del Ecuador en varios países sudamericanos.

Índice

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  • 1Biografía
  • 2Presidencia
  • 3Legado
  • 4Referencias
  • 5Enlaces externos

Biografía[editar]

Vicente Rocafuerte quedó huérfano de padre desde edad temprana. En 1803, se encontró en Europa con Simón BolívarCarlos de MontúfarJosé María Cabal y Toro, con quienes hizo estrecha amistad. También conoció a jóvenes sabios como Alexander von Humboldt y Aimé Bonpland en 1804, año en que admiró en persona a Napoleón Bonaparte, con motivo de su solemne coronación en la Catedral de Notre Dame.
Si Flores fue el "El Fundador de la República" y el "Padre de la Patria", Rocafuerte fue el "Re-creador del Estado". Demostró que la república era gobernable y la patria, edificable. Recibió un país dividido y entregó un estado en orden y progreso. Para lograrlo se jugó entero por sus principios modernistas: si ellos le exigían que pasara por tirano a fin de extirpar la anarquía, Rocafuerte no vaciló en hacerlo, pues sabía por experiencia que la anarquía tolerada conduce a la tiranía perpetua. Rocafuerte reprimió con más dureza que García Moreno y que Alfaro, pero nunca trató de permanecer en el poder más allá del tiempo asignado por el mandato de la ley porque nunca renunció a sus convicciones democráticas.
Por extracción de clase, por riqueza, por educación y por la fuerza del destino fue un ser privilegiado. Su mérito radica en haber puesto este caudal al servicio de lo público: primero de Guayaquil, más tarde de Hispanoamérica y finalmente de Ecuador. En efecto, pertenecía a los notables del Puerto (Rocafuerte, Rodríguez, Bejarano, Lavayen). Heredó latifundios. Estudió en los colegios de nobles de Madrid y de París, donde trató a Carlos Montúfar, uno de los protagonistas de la declaración de independencia de agosto de 1809 en Quito, y a Bolívar. A los 24 años de edad regresó a Guayaquil.
Fue apresado en 1809, pues su tío el coronel Jacinto Bejarano se carteaba con los patriotas quiteños de 1809. Sirvió a la ciudad como alcalde ordinario, luego de lo cual Guayaquil lo eligió su representante ante las cortes de Cádiz (España). Cuatro años permaneció en Europa. Napoleón había invadido España y depuesto ignominiosamente a sus reyes. Pero el pueblo español se constituyó soberano en la Junta Central de Gobierno que convocó a Cortes (1812). A ellas se integraron también Olmedo y José Mejía Lequerica, el orador quiteño, cuñado de Espejo. "Iban", como escribió Rocafuerte, "a defender el derecho constitucional de los pueblos y trabajar por la independencia de América". Las Cortes andaban divididas entre "persas" (absolutistas) y liberales. Rocafuerte se unió a estos; pero expulsados los franceses, volvió al poder el rey Fernando VII (1814), más prepotente y más ciego que antes. Rocafuerte fue perseguido, viajó por Europa y regresó a Guayaquil en 1817. Siguió con interés el proceso de la independencia y a su modo contribuyó con este enseñando francés en textos revolucionarios como el "Contrato Social", de Rousseau.
La madre de Rocafuerte obligó a su hijo a emigrar a los Estados Unidos (1819). Y el hijo de 36 años, soltero, la obedeció. La madre buscaba alejarlo del peligro de la guerra independentista. Rocafuerte no volvería a Guayaquil sino 14 años después. Se convirtió en el primer ideólogo de la soberanía de Hispanoamérica como emisario de Bolívar en España, revolucionario en México, estudioso de la libertad, la tolerancia religiosa, la democracia y la educación en los Estados Unidos, agente de los destinos de Cuba, diplomático de México en Washington y Londres y obrero del reconocimiento de la independencia de los estados hispanoamericanos en los Estados Unidos, Inglaterra, Holanda, Rusia, Suiza, Francia e Italia.
Negoció préstamos para México y la Gran Colombia. El federalista Rocafuerte no vaciló en censurar con exagerada severidad las tendencias conservadoras y centralistas del Libertador (1826-1829). En todo este tiempo de su tercera ausencia de la patria procuró encender la llama de la unión continental. "Pero ya en 1829 había desaparecido toda esperanza de constituir una confederación hispanoamericana", como afirma Jaime E. Rodríguez O. en "El nacimiento de Hispanoamérica". Desilusionado, regresó a Guayaquil (1833), donde contrajo un tardío matrimonio con su prima Baltasara, hija del coronel Francisco Calderón, el patriota fusilado en Ibarra en 1812 y padre de Abdón Calderón, el "Héroe Niño del Pichincha". Cansado de tanta actividad, se dedicó a cultivar sus latifundios y a explotar sus minas en Santa Elena. Reponiéndose de una caída de caballo, mataba el tiempo con la lectura de "El Quiteño Libre", periódico de tesis liberales y filosóficas redactado principalmente po

obra educativa, en forma de síntesis, se puede caracterizar por la expedición de leyes básicas de la educación, la puesta en marcha de programas de alfabetización, la creación de las escuelas para niños y niñas (en las que se sustituyeron la hoja de cabuya y la mesa de arena, en que se aprendía a escribir, por planchas de pizarra, para lo cual crea una fábrica en Riobamba). Funda, además, en esta ciudad, el Colegio San Felipe. Seculariza el Colegio San Fernando en Quito, otorgándole una estructura moderna y laica, consecuentemente con su educación liberal. Con Rocafuerte se inicia la enseñanza técnica, con la creación de la Escuela de Obstetricia y del Instituto Agrario. Se funda la Escuela de Bellas Artes de Quito, la Escuela Militar de Quito y la Escuela Náutica de Guayaquil. Reorganiza los estudios superiores y abre una Facultad de Medicina en Cuenca."2


Ya desde la Jefatura Suprema del Guayas reorganizó la administración pública del departamento, rebajó los derechos portuarios y de anclaje para favorecer el comercio, abolió el tributo de los indios en la provincia de Guayas y suprimió las doctrinas parroquiales, pues en pretexto de catequesis se perpetuaban como medios ideológicos la servidumbre indígena y la obediencia ciega a clérigos y hacendados. Sus reformas económicas respondían al principio liberal de que "el mejor gobierno es el menor gobierno".
Por tanto, era antiproteccionista en materia de importaciones, pues cre